Cuando pensamos en la palabra BRANDING, seguramente te viene a la mente, el nombre de tu negocio, el logo y la palabra marca. Pero realmente sabemos ¿Qué es el branding?. Seguramente no! por eso estas aquí, para poder informarte, mejorar y de esta manera hacer crecer tu negocio.
El concepto de branding es un poco abstracto y muchas veces resulta difícil entender, pero es un concepto que debemos tener en claro para poder comunicar y conectar correctamente con nuestro público objetivo.
Por esta razón explicaré de la forma más sencilla, y de esta manera poder sacarte todas tus dudas! Empecemos…
¿Qué es el branding?
El branding es más que la estética de la marca o el diseño de logo. Es la gestión de una marca, es un proceso integrativo, que busca construir marcas poderosas, marcas ampliamente conocidas, asociadas a elementos positivos, deseadas y compradas por una base amplia de consumidores.
Este proceso, debe pasar por diversas etapas: la estratégica, la de creación y la gestión, que corresponde a todo el proceso de implementación, control y mejoramiento
Esto incluye:
- La definición del naming
- La identidad o imagen que se quiere tener en un mercado (personalidad)
- La identidad visual: diseño de logo, paleta de colores, diseño gráfico.
- Definición del tono y voz de la marca.
- El propósito, la promesa y los atributos de la marca.
- Definir tu público objetivo.
- Planificar estrategias de posicionamiento, de manera que tome relevancia y, además, rentabilidad a través de todos los procesos de compra y recompra de la misma
Sin embargo, muchas empresas deciden no dedicar tiempo al branding por considerarlo innecesario, pero está demostrado que el esfuerzo, tiempo y dinero invertidos merecen la pena a fin de multiplicar la difusión, la confianza y las ventas. Asimismo, establecer un mensaje claro bajo una misión común contribuye a la comunicación y eficiencia, ya que los integrantes del negocio y colaboradores tendrán los mismos valores y trabajarán en equipo para alcanzar un mismo fin.
¿Para qué sirve el branding?
Resumiendo, el branding es el conjunto de técnicas que facilitan la creación y gestión de una marca, de esta manera, nos sirve para planificar la forma en que nos presentaremos para atraer al público objetivo. Además nos permite diferenciarnos de la competencia, extender la marca en el mercado, posicionarla como un referente y ubicarla en la mente de los consumidores de forma directa o indirecta.
Asimismo, el mundo es cada vez más competitivo, con una economía globalizada, el desarrollo tecnológico avanza a una velocidad impresionante y los consumidores son cada vez más exigentes y difíciles de conquistar, y no solo eso, pueden echar a perder todo el prestigio de una marca de la noche a la mañana en redes y medios sociales.
Por esas razones, consolidar la marca a través de un buen branding es un trabajo duro y constante, pero necesario para cualquier empresa. Si está bien planificada nos permitirá captar la atención de potenciales clientes, mejorar la experiencia del consumidor, y evitarnos dolores de cabeza atrayendo al público que realmente queremos.
Esto se construye paso a paso de manera coherente, consistente y atendiendo a los valores y filosofía que queremos resaltar como marca. Hay que ser transparentes con nuestro público y guardar una relación lógica y consecuente con los valores que queremos destacar.
Se recomienda empezar con la creación de la identidad corporativa o identidad visual, ya que esto permitirá impulsar los beneficios desde el primer momento. En las etapas iniciales el presupuesto no permite hacer branding a gran escala.
Sin embargo, la creación de la identidad de marca es un proceso largo que va creciendo y mejorando continuamente. Por ello no es sorprendente que corporaciones como Apple cambien de eslogan cada año. No hace falta llegar a ese extremo, pero ciertamente es fundamental para cualquier negocio exitoso destinar una fracción de tiempo y recursos a la imagen.
De este modo podremos establecer un camino claro realizando diferentes tácticas que nos irán acercando más a dónde queremos llegar. En este sentido debemos ser conscientes de quiénes somos y cuáles son las acciones que más nos sitúan en la línea que hemos decidido seguir. Lo que queremos decir con esto es que pese a estar en el mismo escenario que un marca reconocida no debemos copiar las acciones que esta marca tiene en su desarrollo, sino que tendremos que elaborar las nuestras propias en función a los objetivos realistas.