Suena fuerte, pero es la verdad: no podés construir una marca Premium si tu manera de comunicar es vulgar.
En este rubro escucho mucho: “Quiero que mi marca sea Premium”.
Pero después, cuando hablan, responden mensajes o hacen publicaciones, transmiten lo contrario.
👉 El tono que usan es desprolijo, poco profesional o hasta vulgar.
👉 Hablan como si fueran una marca barata, aunque quieran cobrar como Premium.
👉 Usan frases o chistes que restan valor, en lugar de generar confianza.
Y ahí está el problema central: querés ser Premium, pero tu comunicación grita lo opuesto.
Entonces… ¿qué es ser Premium?
Ser Premium no es solo cobrar más caro o tener un logo elegante.
👉 Ser Premium es transmitir exclusividad, confianza y excelencia en cada palabra y en cada interacción.
Una marca Premium:
💓 Habla con respeto y profesionalismo.
💓 Usa un tono cercano, pero cuidado.
💓 Transmite seguridad, coherencia y detalle en lo que dice.
💓Genera deseo de pertenecer, porque hace sentir especial a quien la escucha o la lee.
Te lo muestro con ejemplos:
Si vas a un restaurante elegante y el mozo te atiende con un “¿Qué onda, loco? ¿Qué vas a pedir?” y te sirve con platos de plástico, aunque la comida sea exquisita, la experiencia deja de ser Premium.
Lo mismo pasa en digital: podés tener un gran producto o servicio, pero si tu manera de hablar es vulgar o demasiado básica, la percepción de tu marca se derrumba al instante.
✅ Podés ser divertida, pero sin caer en lo vulgar.
✅ Lo Premium no es frialdad ni distancia.
✅ Lo Premium es cuidar cómo hablás, qué transmitís y cómo hacés sentir a tu cliente en cada interacción.
Y ojo con esto:
👉 Tener un producto Premium también implica atraer clientes Premium.
Y generalmente un cliente Premium no se siente atraído por lo vulgar o lo barato.
Porque sí: podés construir una marca Premium o podés comunicarte como vulgar… pero nunca las dos cosas al mismo tiempo.