Voy a decir algo que capaz no suena muy “emprendedora del año”: 👉 a veces no quiero hacer nada.
Y cuando digo nada, es NADA: cama, Netflix, delivery y chau mundo. Me pasa cada 3 o 4 meses, y ¿sabés qué? me respeto ese descanso.
Porque sí: tener un negocio también es saber cuándo tirarte en la cama a mirar series y cuándo ponerte las pilas.
Eso no significa que sos una vaga o haragana
Un día de pausa no va a hacer que se caiga tu negocio. Tampoco se van a ir tus clientes corriendo. Y el cielo tampoco se va a desplomar porque te tomaste 24 horas de no hacer nada.
Al contrario: ese día te salva de explotar. Es el botón de reset que necesitás para volver con más energía y menos cara de zombie
Esto me pasa cada 4 meses aprox. que quiero descansar, a veces por 24 hs otras por 48 hs…
El tema no es descansar un finde.
El problema es cuando:
❌ Te tirás todos los días en la cama a scrollear TikTok,
❌ O elegís vaguear justo cuando tenés que entregar algo importante.
Ahí no estamos hablando de descanso, estamos hablando VAGANCIA o PACHORRA.
Y ese es otro tema. 😉
Si cada tanto tu cuerpo te pide cama → escuchalo.
Si cada día tu cuerpo te pide cama → ahí sí revisá qué está pasando.
Aprovecho para contarte (aunque no tenga nada que ver) que cuando me pasa esto de Netflix and Child, suelo mirar k-dramas y me encantan, dicho sea de paso, si tenes alguno para recomendarme hacelo en los comentarios…
Para concluir
Emprender no es estar 24/7 activa como si fueras una máquina. Noo, no sos Chat GPT, aunque ya quisieras…
Es aprender a equilibrar: hay días para darlo todo y días para apagar todo.
Yo lo hago, sin culpa.
Y cada vez que vuelvo después de mi “modo desconexión + Netflix”, rindo el doble.
Así que no te castigues por descansar.
Tu negocio no se cae por un día en la cama, pero vos sí te podés caer si no parás nunca.